El pasado 25 de Marzo nos dejó Enrique Ventura Álvarez, uno de los mejores artistas que haya dado jamás la historia del cómic patrio. Un genio del dibujo y del humor, además de un profesional siempre admirado y respetado por todos. Su legado está lleno de obras magníficas -muchas de ellas realizadas junto al guionista Miguel Ángel Nieto, primo suyo, fallecido prematuramente en 1995-, desde "Van como Locos" o "Maremagnum", publicadas originalmente en la revista "Trinca", hasta multitud de obras satíricas para revistas como "El Papus", "Nacional Show" o "El Jueves", aunque si hay una obra por la que Enrique será eternamente recordado, esa es, sin ninguna duda, "Grouñidos en el Desierto", publicada en la revista "El Jueves" desde 1979 hasta su fallecimiento.
Siendo como soy, fan de Groucho Marx, no podía hacer otra cosa que centrar este humilde homenaje a Enrique en Grouñidos y su protagonista Julius. De este modo, dejemos que el mejor trasunto de Groucho nos guíe por esta selección de páginas, maravillosas y oníricas a la vez, del gran e irrepetible Enrique Ventura. Parafraseando a Groucho, Enrique pidió que pararan el mundo y se bajó, y nosotros no podemos hacer otra cosa que darle las gracias por todo lo que nos ha regalado durante este tiempo. Descansa en paz, maestro.
ENRIQUE VENTURA (1946-2024)
DESCANSE EN PAZ
4 comentarios:
Un gran dibujante, creador en los buenos tiempos del tebeo en España, y en los buenos tiempos de "El jueves" , de cuando las paginas se dibujaban en papel, y se entintaban con plumilla, pincel , ademas tenía mucho talento para lograr brillantes paginas de humor...
sin duda uno de los grandes al que haces un merecido homenaje,
Saludos!
Gracias, Folk.
De acuerdo contigo, parece que eso de dibujar en papel y entintar con plumilla ya son cosas de otra época... ¡Como cambian los tiempos!
Saludos.
No es frecuente encontrar en el ámbito de cómic algo parecido a la poesía en literatura. Pero creo que la última página se acerca bastante...
100% de cuerdo contigo, Joan... Aunque también se puede encontrar pura poesía en El Caminante de Taniguchi.
Saludos.
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